El 21 de enero de 2009, falleció en Quito el poeta Francisco Granizo Ribadeneira. Además de su destacada carrera literaria, se desempeñó como diplomático representando al Ecuador en varios países. A lo largo de su vida, exploró diferentes géneros, dejando un legado significativo en poesía, teatro y novela. Entre sus obras más reconocidas se encuentran Por el breve polvo (1948), Muerte y caza de la madre (1978), Sonetos del amor total (1990), La piscina (2001), entre otras. Formó parte del grupo literario Presencia, y la crítica literaria lo consagró como uno de los poetas más importantes de su generación. Su contribución tanto a la literatura como a la representación diplomática lo posiciona como una figura destacada en la cultura ecuatoriana.