Literatura EcuatorianaSergio Román ArmendárizUno del Club 7

Sergio Román Armendáriz / UNO DEL CLUB 7

Sergio “no estaba muerto, andaba de parranda”

1985. República Dominicana. Sergio en un descanso del taller audiovisual
que dictó en la Universidad de Santo Domingo, en un aula de la unidad académica
que dirigía entonces el periodista Onofre de la Rosa.
Respuestas a colegas de allá y de aquí

RESPUESTA 2Bo. Dent, San José de Costa Rica, 2 de julio del 2010
“No estaba muerto, andaba de parranda”,

merengue que popularizó en los 50  

Rolando La Serie (1923-1998)

COLEGA: En su amable mensaje del 1o. de julio, con cordial transparencia que agradezco, usted apunta mi condición de ser “un escritor que muchos han dejado en el olvido”, frase que asumo pues, aunque acumulo verso y prosa desde mi adolescencia, media centuria después, no estoy seguro de ser un escritor. De lo que sí estoy seguro es del olvido anexo a nuestra especie. 
Solicito, al respecto, que considere las siguientes acotaciones:
1.- He tenido que sobrevivir en el exilio, cincuenta años no muy fáciles. La competencia es áspera y nosotros, los ecuatorianos, al igual que los bolivianos y los hondureños, de entrada no contamos con la simpatía que otras nacionalidades despiertan en cuanto a tener presencia positiva en diversos concursos de antecedentes donde jueces remotos deciden acerca de alguna faena permanente o de algún contrato temporal. De allí que tengamos que multiplicar esfuerzos, fuera del país, para esgrimir excelencia y, de ese modo, obtener el respeto y las oportunidades que merecemos. Y dentro, para apoyarnos mutuamente con el fin de fortalecer y difundir esa “abstracción concreta” (valga el oxímoron) que se llama “imagen mercadotécnica”.
1.1.- Por eso, tuve que diversificar mi atención y cultivar el área pedagógica universitaria aplicable al cine y a las letras y al teatro (triple cultivo de mi www.sergioroman.com donde estoy a la orden de las jóvenes generaciones de nuestra patria y matria).
2.- Hoy, 2010, por azar, siendo un rezago de mi generación (GUAYAQUIL, CLUB 7 y URJE, 1951-1962), atravieso las horas reordenando los papeles que se han salvado de viajes, polillas y cambios de domicilio, lo cual me está permitiendo, con ayuda de ‘Efecto Alquimia.blogspot.com’, concentrar en ‘Uno del Club 7’, lo que pueda salvar de mis poemas dispersos.

2.1.- Además debo contarle que, de los cinco capítulos dedicados -en ideología y estilo- a mi época, ya tengo tres sembrados en www.letralia.com mientras espero estampar (durante este inmediato fin de semana, Dios mediante y fútbol mundial aparte) el punto final al segmento introductorio y a un desglose cronológico de los sucesos políticos que afectaron nuestra triple línea social, existencial e íntima, todo bajo el título: ‘Mercurial: periodísmo, poética y política de David Ledesma Vázquez’ (primera parte de ‘Club 7: texto, contexto y trébol). Luego, durante el 2011, ubicaré un editor institucional, o comercial. O crearé mi propio sello.

2.1.1.- Ésta será mi tentativa de contribuir a desarmar algunas imprecisiones que circulan en la interred y en los canales convencionales de información provenientes de firmas que no fueron ni protagonistas, ni antagonistas ni testigos de los acontecimientos en el lapso mencionado. Pero, tampoco tengo salud ni paciencia para polemizar. Por lo mismo, no pretendo monopolizar la verdad pero tengo el deber y el derecho de, por lo menos, entregar mi versión.

2.2.-  Como ve, colega, estoy atando los extremos sueltos y las hilachas de mis incursiones clubsiéticas y urjísticas pues quiero escapar del karma de las imágenes y de las palabras, y de su feroz ciclo de revoluciones y de reencarnaciones.
3.- En este transcurrir, espero que mi ‘vejentud’ siga contando con la benevolencia de espacios cibernéticos (el suyo y el de otras amistades), para intentar disminuir el vacío que me separa de antologías, invitaciones y tesis en el ámbito nacional, con el ánimo de lograr ser un poquito menos desconocido o menos marginado por la inteligencia y la sensibilidad ecuatoriales. Si me ayudan, ¡podré!

3.1.- Sin embargo, no me quejo pues, de pronto, se aclara el paisaje cuando irrumpe -en los salinos esteros huancavilcas, y en mí- un ritmo caribe que se atropella contra mi ritmo cardíaco: “No estaba muerto, andaba de parranda”. (¿Parranda?)

Un abrazo, SR 
www.sergioroman.com
P.S.- Tratándose de un asunto general, reexpido copias a compañeras y compañeros que por oficio o por afecto, tienen vinculación conmigo, S.

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