Carta desde una celda del Cuartel Modelo *
(a…)
Cercado por los cerdos sedientos
aquí me tienes al fondo de esta cárcel.
Amor mío, en libertad o tras la reja
el sueño dibuja tu imagen
el mismo mar golpe el muro de La Habana
la misma espuma se alza con un temblor de encajes
son la espuma y el mar que miramos entonces
unidos por iguales claridades.
¿Recuerdas?: ¡Patria o muerte!
¡Venceremos con el trabajo y el combate!
Allá está la alegría
aquí, la soledad del ángel
y nosotros, altas lámparas juntas
bajo cielos distantes
gira el planeta de violento vientre
gira la Sierra Maestra de los Andes.
Amor mío, ¿hasta cuándo esta sed de justica
castiga nuestra espalda constante
mientras tu beso me alcanza todavía
golpe de luz al fondo de esta cárcel!
1962
Confesión *1.- Esta Carta resume las visitas obligatorias de Sergio a diversas celdas, a veces, sólo porque la llegada de algún viajero que la burguesía consideraba ‘ilustre’ hacía que las llamadas fuerzas de seguridad del Estado organizasen una redada de elementos supuestamente peligrosos. Otras, por haber participado en alguna tarea a la cual, la mencionada burguesía le imprimía el carácter de acto subversivo. Por lo tanto, estos versos concentran y destilan diversas experiencias asumidas dentro y fuera del territorio ecuatorial, sobre todo, entre el 2 y 3 de junio de 1959 y el 7 y 8 de noviembre de 1962 aunque, su ubicación natural fluya en el ‘Toachi, la muerte a cada rato’, poemario producto de los sucesos homónimos radicados en el lapso abril-octubre de 1962. De allí, la data.
Confesión *2.- Por consiguiente, Sergio cree ser un alquimista de vivencias, más que un oficiante de consignas. Por supuesto, ha cultivado las dos laderas. La ‘consigna’ implica cierta obligación autoimpuesta, por ejemplo, su contribución sociopolítica en el primer libro plural del ‘Club 7’ (Guayaquil, Casa de la Cultura, 1954. Págs. 89-95, de 99): ‘Parábola del único camino’, ‘Motivo universal’ y ‘Puerto Rico en el llanto’. En cambio, la ‘vivencia’ es libérrima e invita a la síntesis de lo esencial eludiendo la contabilidad de las apariencias. Así, ‘Arte de amar’, su contribución al bosque de la intimidad en el segundo libro plural del Club 7: ‘Triángulo (Guayaquil, Casa de la Cultura. 1960. Págs. 57-73, de 77). Ídem, su ‘Varón en La Habana de mil novecientos sesenta y uno’ que integra un dúo socialista con su ‘Toachi, la muerte a cada rato’.
CR, 17 de febrero, 2011