Música ecuatoriana

Ayer, hoy y siempre, Los Brillantes

Reseña de Música Ecuatoriana
por: Erick Sebastián Pérez Bautista / Historia, cultura y tradición.

(Primera parte)

Los 4 Brillantes / México 1963
(Olga Gutiérrez, Héctor Jaramillo, Eduardo Erazo y Homero Hidrobo)

“Los Brillantes han acrecentado sus destellos entregando toda su alma y saber en sus interpretaciones, reafirmando la indiscutible calidad que los acompaña y el gran don de que Dios los dotó”.

Disco de Oro de Los Brillantes

El inicio de una historia musical

Radio Quito 1960 De izq a der: Bolivar Ortiz, Jorge Zaldumbide, César Larrea, Gonzalo Benítez, Héctor Jaramillo, Eduardo Brito, Eduardo Erazo, Luis Alberto Valencia y Homero Hidrobo.
Foto tomada por César Pacheco.

Se dice que el destello de una estrella siempre es radiante, enigmático y atemporal, que cada vez que la observemos, nos brindará un sincero fulgor, mismo que nos conducirá en una quimera de recuerdos y emociones; también, al divisarla a lo lejos, suenan delicadas melodías, que poco a poco se adentran en lo más profundo de nuestra alma y arranca un suspiro de nuestro ser.

Existen canciones que se encuentran grabadas en nuestros corazones, que por más que el tiempo pase, no las podremos olvidar, pero hay un motivo en especial por la cual se vuelven eternas, es porque existe la combinación perfecta entre letra, melodía e interpretación, y uno de los grupos musicales que logró conjugar aquellas notas en un solo sentir, que además supieron ganarse el cariño del pueblo adentrándose en lo más hondo de su nostalgia, Los Brillantes.

La historia de aquel cuarteto y posterior trío nos lleva a inicios de los años sesenta, época en la que la música ecuatoriana tomó su mayor auge y esplendor, cuando surgieron genios del pentagrama musical y lograron impregnarse en la memoria y en los corazones de la gente. Para comprender a Los Brillantes retrocederemos a 1959, cuando surgó un cuarteto bastante dinámico conocido como Los Latinos integrado por Elvita Lastra, Homero Hidrobo, Washington Avilés y Héctor Jaramillo, de igual manera se debe señalar que previo existían Los Lemary que en diversas etapas fue trío y en otras se volvió cuarteto, por donde pasaron extraordinarios maestros de nuestra música como: Jaime Pacheco, Homero Hidrobo, Héctor Jaramillo, Eduardo Erazo, Pablo Floril, Paco Chávez, Guillermo Velarde y Alfredo Dávalos, en otra instancia ahondaremos más a profundidad sobre todos ellos.

Ese mismo año (1959) surgió y debutó el cuarteto Los Latinos quienes interpretaban canciones de la región, tomaron gran fuerza y popularidad, además de que cada uno de los integrantes ya tenía prestigio y fama dentro de la palestra cultural, posterior a aquel cuarteto se formó un trío que dejaría una huella inolvidable en diversas producciones discográficas y en el latir de nuestro pentagrama, el trío Los Latinos del Ande conoformado por varios músicos que anterior a aquel año ya se habían conocido y compartido proyectos en común.

Disco Tríos Ecuatorianos – Los Latinos del Ande
(Homero Hidrobo, Héctor Jaramillo y Eduardo Erazo) / año de 1961

Los Latinos del Ande en el panorama musical ecuatoriano

Los Latinos del Ande fue un trío que contó con la combinación de las voces masculinas de Eduardo Erazo, Héctor Jaramillo y Homero Hidrobo, ellos al formar parte de aquel terceto musical grabaron extraordinarios temas como: Reproche (Pasillo), La Macarena (Albazo) Muchachita (Vals), Pollerita (Huino), Solo penas (Pasillo), Contigo (Bolero), Por dónde andarás (Albazo) y diversas canciones más, un aproximado de 30 canciones, algunos de ellos en discos de 33 R.P.M. o discos de 45 R.P.M., además, se convirtió en un trío de extraordinarios dotes artísticos, su maestría para interpretar los temas les permitió que se volvieran insuperables, tanto así, que no únicamente grabaron temas como trío sino que fueron marco musical de diversos artistas de fama nacional como internacional, entre ellos: Dúo Benítez y Valencia, Hnas. Mendoza Suasti, Rafael Jervis, Azucena Durán, Eduardo Brito, Lida Uquillas, Tito Ortiz y Lucho Bowen, grabando para diversas casas disqueras entre ellas: CAIFE, Rondador, Granja y Atahualpa.

En 1962, se lanzó al mercado el álbum L.P. Tríos Ecuatorianos bajo el sello Granja, presentando a los tríos Los Indianos, Los Diplomáticos y Los Latinos del Ande. Esta producción discográfica rápidamente se consolidó como un éxito a nivel nacional. Ese mismo año, los Latinos del Ande debutaron como trío y se destacaron como la banda musical de varios artistas, siendo especialmente reconocidos por acompañar a Eduardo Brito. Esta colaboración se convirtió en un fenómeno en la escena musical del país.

1962 – Eduardo Brito se hace acreedor al cotizado premio el “El Huancavilca de Oro” por ser considerado el mejor artista de 1961, con el acompañamiento de Los Latinos del Ande (Héctor Jaramillo, Eduardo Erazo, Homero Hidrobo).

El trío Latinos del Ande acompañaron al maestro Brito en algunos temas para el disco Cantares del Alma. Esta colaboración contribuyó significativamente a que Eduardo Brito fuera galardonado con el prestigioso premio “Huancavilca de Oro” en 1961. La revista Cine-radial lo reconoció como el mejor artista del año, consolidando así la fama y reconocimiento del trío a nivel nacional. La influencia de la agrupación en la escena musical ecuatoriana se hizo evidente a medida que se convertían en parte integral de la fama nacional, marcando un capítulo significativo en la historia de la música del país.

Volviendo al año 62, el país se preparaba para la llegada del príncipe de Edimburgo, quien había previsto un viaje por toda Sudamérica, por tal motivo el presidente de aquel momento el Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy tenía preparado un sinnúmero de actividades, entre ellas recibirle con honores, comidas en distintos lugares y visitar sitios icónicos de la ciudad de Quito. La visita se realizó desde el 17 al 20 de febrero de aquel año.

Para uno de los eventos protocolares programados fue llamada al país la artista argentina Olga Gutiérrez, quien ya contaba con una extraordinaria fama tanto a nivel latinoamericano como europeo. Ella llegó a Quito el 16 de febrero de 1962, para cantarle al príncipe en uno de los eventos previstos, pero además de ello, se había hospedado en el Hotel Intercontinental “Quito”, sitio donde se alojaban las personalidades más importantes de diversos tiempos, para aquel momento Olguita Gutiérrez es contratada por el hotel para que cante en el club nocturno “El Rondador” junto al acompañamiento de Héctor “Manito” Bonilla y en la batería Jaime Baca, fue así que estuvo como artista estelar en aquel escenario por una corta temporada.

Olga Gutiérrez y los Latinos del Ande (Héctor Jaramillo, Homero Hidrobo y Eduardo Erazo) / el Comercio 1962, presentación en el teatro Bolivar-Quito

La infaltable voz femenina y una nueva etapa

Posteriormente, es contratada por la emisora Cordillera, propiedad del señor Eduardo Cevallos. Lo que no esperaban era que Olguita traía consigo partituras para una orquesta de 40 a 50 músicos. Sin embargo, la ciudad o la radio en ese momento no contaba con un grupo de tal magnitud. Ante esta situación, le sugieren considerar al trío Los Latinos del Ande, quienes ya se habían presentado ante la artista argentina. Desde ese momento, comenzaron a realizar presentaciones en conjunto.

Es preciso señalar que el trío acompañaba a Olguita Gutiérrez y a Eduardo Brito, y en diversas ocasiones ambos artistas compartieron escenario, uno de ellos en la Radio Quito. Así, poco a poco, el tiempo fue transcurriendo. Olguita tenía previsto viajar a Centroamérica, donde debía cumplir con diversos compromisos musicales y recorrer algunos países, terminando en México, donde la artista tenía previsto realizar un filme cinematográfico. Sin embargo, por azares del destino, sus planes no se desarrollarían de esa manera.

Transcurre el tiempo y Olga Gutiérrez viaja a Managua, Nicaragua, donde tenía previsto grabar un long play junto a la Orquesta Sinfónica de aquel país. De manera imprevista, es contactada por Eduardo Erazo, integrante de los “Latinos del Ande”, quienes se encontraban invitados en Panamá por el embajador del Ecuador en esa nación. Este había invitado al trío para conmemorar el 10 de agosto como el “Primer Grito de Independencia”. Ante esta oportunidad, Olguita solicita permiso por 2 días en el Intercontinental de Nicaragua y se traslada a Panamá.

Acompañó a los Latinos del Ande el 9 y 10 de agosto de 1962. Posterior a esa presentación, ella los lleva consigo de vuelta a Nicaragua, pidiéndoles que la acompañen en algunas presentaciones. También realiza algunas llamadas pertinentes para que el trío realice diversos shows allí. Durante su estancia en Nicaragua, conocen al empresario José Panameño, quien los lleva a Costa Rica para que puedan continuar con su música. Hasta ese momento, seguían utilizando el nombre de Olga Gutiérrez y Los Latinos del Ande. Es el mismo empresario quien sugiere que cambien de nombre, ya que considera que el actual es poco comercial. Menciona lo siguiente: “Ustedes brillan por su luz propia, pónganse Los 4 Brillantes”. Es así como nace de manera imprevista el nombre de Los Brillantes.

(Continuará…)

Fuentes:

Diario El Comercio

Revista Estrellas

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