Dos escritoras y políticas ecuatorianas: Raquel Verdesoto Salgado y Laura Almeida Cabrera
Aproximación a la historia de las mujeres por Ximena Flores Venegas. Quito, 14 de octubre del 2023.
Conferencia presentada en la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador en el marco del Primer Encuentro Letras Rebeldes / noviembre 2022 por Ximena Flores Venegas.
Introducción
En los mágicos y locos años veinte, ocurrieron numerosos eventos a nivel mundial, y en nuestro pequeño país, el Ecuador, también experimentamos grandes cambios. Uno de ellos fue el acceso de las mujeres a las universidades para estudiar diversas disciplinas. En noviembre de 1921, Matilde Hidalgo Navarro presentó su tesis para obtener el doctorado en medicina en esta misma universidad en la que nos encontramos hoy, cien años después. Antes de ella, muy pocas mujeres habían tenido la oportunidad de estudiar una carrera universitaria. Sin embargo, gradualmente, el número de estudiantes femeninas aumentó.
El papel de las mujeres en la política y la sociedad
En la masacre del 15 de noviembre de 1922, uno de los momentos políticos más importantes en la historia de Ecuador, la participación de las mujeres en las protestas se hizo evidente. Ellas asumieron roles protagónicos y muchas perdieron la vida. Matilde Hidalgo, quien había obtenido su doctorado exactamente un año antes, trabajaba en el Hospital General de Guayaquil y fue testigo del horror que se vivió en las calles del puerto. Mientras atendía a los heridos, escuchaba relatos de lo sucedido sin dejar de conmoverse e intentar salvar vidas. Esta mujer también tuvo un papel activo en ese evento que recordamos hoy.
Aurora Estrada y Ayala, Raquel Verdesoto Salgado, María Guillermina García Ortiz, Laura Almeida Cabrera y muchas otras destacadas mujeres pasaron por esta Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central del Ecuador. Todas ellas tenían posturas políticas claras y eran figuras rebeldes, educadoras, escritoras y formadoras de nuevas generaciones que dejaron un legado importante en el país. Sus libros, enseñanzas y acciones tuvieron un impacto significativo y lograron cambiar nuestra historia.
Aunque me gustaría hablarles de todas ellas y de otras mujeres valiosas cuyas vidas aún nos son desconocidas, en esta ocasión, me centraré en las figuras de Raquel Verdesoto Salgado y Laura Almeida Cabrera.
Ana María Raquel Verdesoto Salgado nació en Ambato el 16 de noviembre de 1910. Después de completar su educación básica en la escuela San Vicente de Paúl, viajó a Quito y se inscribió en el Instituto Normal Manuela Cañizares, donde obtuvo el título de Preceptora Normalista. Años más tarde, ocuparía la cátedra de literatura en esta institución, donde se había formado como maestra. En la década de 1930, comenzó a publicar en la prensa local. Su primer poemario, Sin mandamientos, se presentó en 1934 y causó un gran impacto en la sociedad debido a su contenido sensual y rebelde.
Raquel también estuvo involucrada en política. En enero de 1937, se unió al Consejo Provincial Socialista de Pichincha, donde fue elegida como una de las dirigentes. Asistió al Tercer Congreso del Partido Socialista Ecuatoriano y continuó participando activamente en los congresos y actividades del partido en los años siguientes.
En 1938, se formó la Alianza Femenina Ecuatoriana (AFE), que tenía como objetivo contribuir a la causa de la paz mundial y promover la participación de las mujeres en la oposición política al gobierno. Raquel fue una de las fundadoras de esta organización, que reunía a mujeres de diversos orígenes y estratos sociales en un esfuerzo común.
Raquel fue socia activa y ocupó el cargo de Secretaria de Comunicaciones de AFE, desde donde estableció amistades con activistas e intelectuales de Ecuador y América, con el objetivo de colaborar con organizaciones que trabajaban en favor de las mujeres y difundir el trabajo que realizaban.
Dentro de esta agrupación, destacan nombres como Nela Martínez, María Luisa Gómez de la Torre, Aurora Estrada, Zoila Ugarte, María Angélica Idrobo, Hipatia Cárdenas, Matilde Hidalgo, Dolores Cacuango, Matilde Nogales, Virginia Larenas, Julia de Reyes, Carlota Félix, Leonor de Carbo, Elbia de Calderón, María Zaldumbide, Lucía Clavijo, Lucrecia López, Rosa Lovato, Esther de Castrejón, Judith Cevallos, Elisa Mujica, Clemencia Salazar, Rosario Mendizábal, Mercedes Pacheco, Zoila de Torres, Letty Guerrero, Virginia Córdova, Sara del Pozo, entre otras.
Para complementar su educación y especializarse en Lengua y Literatura, Raquel se inscribió en la Universidad Central del Ecuador, en la Facultad de Filosofía y Letras, donde presentó su tesis sobre la obra de Aurora Estrada y obtuvo un doctorado en Ciencias de la Educación.
Raquel tuvo la oportunidad de viajar a varios países como delegada de Ecuador, incluyendo su participación en 1948 como parte de la UNESCO y su visita a Cuba en 1960 como miembro de la Misión Observadora de la reforma educativa en la isla. Además, ocupó la cátedra de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación y dirigió los cursos básicos en el Departamento de Castellano de la Universidad Central.
Durante un extenso período se dedicó a escribir biografías de figuras destacadas de Ecuador, ensayos y material escolar. Raquel retomó la poesía y publicó su poemario Recogí de la Tierra en 1976. Este trabajo contiene, en mi opinión, sus versos más políticos y rebeldes. A continuación, comparto un fragmento de su poema “Una sola pregunta”:
¿Qué nos inquieta ahora, una pregunta pesa en el equipaje el momento de partir? ¿Pueden unas palabras puede un sueño puede la luz, el aire puede la misma guerra elevar en su estandarte una rama de olivo?
Raquel Verdesoto falleció en Quito el 27 de mayo de 1999. La poeta, política y prosista comprometida con la época de cambios, la educación y la sociedad, partió dejando un gran legado a las mujeres y al país.
Otra figura contemporánea a Raquel Verdesoto, que brilló con luz propia, fue Laura Eulalia Almeida Cabrera. Nació en Quito el 25 de abril de 1925, tres meses antes de la Revolución Juliana y un año antes de la fundación del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE). En ese período, Ecuador vivió movimientos obreros, anarquistas y una gran inestabilidad política y económica.
Laura estudió en el Colegio Manuela Cañizares y se graduó como bachiller en Ciencias de la Educación en 1943. Desde temprana edad, se unió con fervor revolucionario a la Juventud Socialista del país y se convirtió en líder del movimiento estudiantil universitario, tanto en la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) como en la Asociación Femenina Universitaria.
En 1947, tras haber sido testigo de varios procesos sociales y políticos importantes, como la Guerra de los Cuatro Días (1932) y La Gloriosa (1944), así como la participación activa de las mujeres en estos eventos, Laura se afilió al Partido Socialista Ecuatoriano. Su compromiso político la llevó a ser una de las mejores graduadas de su promoción en Ciencias de la Educación, con especialización en Historia y Geografía. También estudió en la Escuela de Periodismo de la Universidad Central.
Laura trabajó como maestra en el Colegio Manuela Cañizares, donde tuvo la oportunidad de relacionarse con maestras y políticas influyentes, como María Luisa Gómez de la Torre y Raquel Verdesoto Salgado. Además, impartió clases en diversas facultades de la Universidad Central del Ecuador, incluyendo Economía, Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación.
Varios eventos influyeron en el pensamiento político de Laura. Ella pertenecía a una generación que había sido testigo de una serie de cambios y desafíos a nivel local y global, tales como revoluciones, inestabilidad política y económica, dictaduras, golpes de estado, y más.
Laura participó en numerosas conferencias y congresos a nivel nacional e internacional, incluyendo el Congreso Latinoamericano y el Congreso Mundial de Mujeres, la I Conferencia de Mujeres Trabajadoras organizada por la Alianza Femenina Ecuatoriana (1951), el Primer Congreso Nacional de Mujeres Trabajadoras (1956), el Encuentro Mundial de la Juventud, el Congreso Mundial de Organizaciones Sindicales y Laborales, el Congreso Mundial de Educadores, y el Seminario sobre la marginalidad. También fue líder de la Federación de Trabajadores de Pichincha y presidenta de la Confederación de Trabajadores del Ecuador.
Ella admiraba la igualdad promovida por la URSS y era una lectora apasionada de autores como Lenin, Tolstoi, Dostoievski, Chejov y Gorki. En 1957, tuvo la oportunidad de visitar Moscú y recorrer sus calles, así como París, donde exploró las calles de la “Ciudad de la Luz” con su lema de “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.
En marzo de 1963, se fundó el Partido Revolucionario Socialista Ecuatoriano como una renovación del PSE, que había enfrentado una crisis. Laura Almeida fue una de las figuras destacadas en esta nueva etapa y ocupó el cargo de Secretaria General del Partido entre finales de los años sesenta e inicios de los setenta, convirtiéndose en la máxima autoridad. Para enfrentar la discriminación de género en la sociedad, Laura adoptó el nombre del compañero socialista Eduardo Flores Torres como seudónimo al escribir en los periódicos.
El legado de Laura Almeida
A diferencia de Raquel Verdesoto, Laura Almeida no fue una poeta, pero su legado se encuentra en sus acciones políticas y en los pocos textos en prosa que han sobrevivido, ya que muchos se perdieron debido a la persecución política durante la dictadura. De uno de sus informes al partido, recuperamos este fragmento:
He tratado de ser digna de tales antecesores, de seguir sus huellas hondas y claras; me he esforzado por levantar al Partido y mantenerlo a la altura que supieron elevar por la lucha abnegada y heroica de sus militantes. Considero que, durante mi gestión como Secretaria General del PSRE (1970), nuestra heroica juventud, nuestros trabajadores y campesinos, los estudiantes que abrazan las gloriosas banderas del PSRE, han respaldado mi liderazgo y han defendido con pasión nuestra posición de vanguardia en la lucha por la liberación definitiva de nuestro pueblo.
Laura Almeida falleció el 7 de enero de 1983 en Quito. Actualmente, se conoce relativamente poco sobre su vida, pero sin duda es una figura que merece ser recuperada y reconocida por su papel en la historia de Ecuador, junto a otras y otros políticos, rebeldes y luchadores sociales que, a lo largo de diferentes épocas, contribuyeron a la construcción de la nación.
Llamado a la juventud
Termino esta breve ponencia con las palabras de Laura Almeida y animo a los jóvenes estudiantes de esta facultad, donde estas dos mujeres estudiaron, a seguir su ejemplo:
Seamos dignos de la época en que vivimos. Tengamos presente el recuerdo de los grandes revolucionarios y no nos apartemos del camino luminoso que nos señalaron, y en el que dejaron sus propias vidas.
¡Gracias!
Citar: Flores Venegas, X. (2022). Dos escritoras y políticas ecuatorianas: Raquel Verdesoto Salgado y Laura Almeida Cabrera. Conferencia presentada en la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador. Primer Encuentro Letras Rebeldes, noviembre 2022. Recuperado de https://efectoalquimia.org/2023/10/14/dos-escritoras-y-politicas-ecuatorianas-raquel-verdesoto-salgado-y-laura-almeida-cabrera/