Raúl Arias, el poeta que fue en busca de la revolución
No sé cómo soy ni me interesa. ¿A usted le interesa? Siento la piel del viento y la acaricio. R. A.
Conocí a Raúl en el 2010, yo era una estudiante de los talleres literarios de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Quito, él, un poeta tzántzico, aquel que andaba en bicicleta. De aquella época recuerdo en noviembre el Encuentro de Talleres Literarios Gustavo Garzón Guzmán, donde Raúl habló sobre los tzántzicos y yo, como delegada de Sergio Román Armendáriz, del Club 7 de poesía de Guayaquil; la presentación de la edición facsimilar de la revista Pucuna en 2011, de la que conservo un ejemplar autografiado; y alguna que otra reunión literaria.
Nuestro segundo encuentro fue más rebelde, en 2020, desde Efecto Alquimia junto con Diego Velasco Andrade planificábamos la publicación del primer número de la colección Letras Rebeldes y uno de nuestros futuros autores sería Raúl Arias.
Raúl es un escritor de trayectoria, nació en Quito en 1943, formó parte de una generación subversiva y de ruptura. Es poeta, ensayista, editor, dramaturgo y periodista. Empezó a escribir en la secundaria cuando estudiaba en el colegio Nacional Montúfar. En 1963 se unió al movimiento cultural Tzántzico mientras seguía periodismo en la Universidad Central del Ecuador, junto a los integrantes del grupo participó en recitales, colaboró en la revista Pucuna, y más tarde en la redacción de La Bufanda del Sol.
Su primer poemario Poesía en bicicleta se publicó en 1975, luego vinieron: Lechuzario, 1983; Signos en el fuego, 1987; Trinofobias, 1988; Espejo: un zapador de la colonia americana, obra premiada en el Concurso de Libretos de Radioteatro de Radio Televisión Alemana, 1989; Luces y espejos en la oscuridad, escrita en colaboración con Iván Toledo, Premio Nacional de obras de Teatro convocado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1990; Cinemavida, 1995; Picadas del viento, radioteatro y Caracol en llamas, 2001; Breve crónica sobre la guerra de los pájaros, 2003; Pedal de viento, 2004; Duende escapado del espejo, 2006; La libertad buscando patria, 2007; La nuez del duende, 2012; Poesía en bicicleta – Bicipoemas, 2013; Tzántzicos… poesía 1962-2018; Letras Rebeldes 1, 2020; Un pájaro en un campo de fusiles, Antología; Letras Rebeldes 2; y La Rebelión de las Sotanas, 2021.
Su obra consta en varias antologías, entre ellas: Lírica ecuatoriana contemporánea (Bogotá, 1979), Palabras y contrastes (Cuenca, 1984), Poesía viva del Ecuador (Quito, 1990), La palabra perdurable (Quito, 1991), Voices from the Center of the World: Contemporary Poets of Ecuador (2020).
De su trabajo radiofónico tenemos: Pensamiento y cultura de Nuestra América, 1980; Veinte programas con escritores y poetas latinoamericanos y Escritores ecuatorianos, 1981; Reportaje a treinta poetas ecuatorianos, 1988. Además, “Palabras al Sol” (2014 – 2015, y 2020), y La libertad buscando patria, CD sobre la vida y poesía de Jorge Carrera Andrade (2007).
Se ha desempeñado como Programador cultural del Departamento de Cultura de la Universidad Central del Ecuador, Quito, desde 1974 al 1988, y Secretario Ejecutivo del Departamento de Cultura de la Escuela Politécnica Nacional, desde 1990 al 2011.
Actualmente, Raúl es uno de los referentes de la poesía, el periodismo, la radiodifusión y el teatro del Ecuador. También es un incansable investigador a quien la figura de Espejo lo ha llevado a indagar sobre este personaje al que ha dedicado varios textos. En sus escritos recuerda, además, a sus amigos tzántzicos, los recorridos junto a ellos y las anécdotas por varias ciudades del continente… Hace poco trajo a la luz, su experiencia en Colombia al ir en busca de la revolución, las entrevistas realizadas a los curas rebeldes, a quienes recupera en la Rebelión de las Sotanas.
En el 2022, Raúl ha sido postulado al Premio Nacional Eugenio Espejo “máximo galardón que reconoce la trayectoria de quienes han aportado al desarrollo cultural y científico del país”, desde Efecto Alquimia apoyamos su candidatura, no solo por sus más de 50 años de trayectoria y su invaluable aporte a la literatura; sino por su permanente trabajo por la cultura, por ser un autor accesible, que ha guiado y compartido con poetas, escritores, periodistas, radiodifusores; porque las puertas de su casa permanecen abiertas y así, ha logrado mantener el diálogo con las actuales generaciones que sin duda seguirán su ejemplo.
Ximena Flores Venegas
21-06-2022
[Actualización]
Raúl Arias, en un acto de acuerdo a su coherencia de artista comprometido con lo social y político, presentó su renuncia a la candidatura para el Premio Nacional Eugenio Espejo. En su texto dirigido a la señora Ministra de Cultura expuso sus motivos. Nosotros la difundimos en nuestra página para conocimiento del público.
RENUNCIA A CONCURSO PREMIO “EUGENIO ESPEJO”
Quito, 28 de junio de 2022
Sra. Licenciada
María Elena Machuca Merino
Ministra de Cultura y Patrimonio
Presente
Por medio de la presente tengo el compromiso de comunicarle las siguientes consideraciones para renunciar a mi participación en el Concurso del Premio Nacional “Eugenio Espejo”, en el cual presenté la postulación respectiva promovida por el señor Allan Clyde Coronel Salazar.
En la postulación realizada por Allan Coronel se menciona entre las razones de mi participación, las obras escritas por mí sobre Eugenio Espejo en tiempos en que la América del Sur sufría la colonización española con todos los rigores y crueldades conocidas y denunciadas por la historia.
Esas obras son: Eugenio Espejo, un zapador de la colonia americana, que obtuvo un premio en el concurso de libretos de radio organizado por Radio-Televisión alemana, en 1989. Posteriormente, escribí, conjuntamente con el escritor Iván Toledo, la obra Luces y espejos en la oscuridad, que obtuvo el Primer Premio en el Concurso Nacional de Obras de Teatro organizado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana en el año 1991.
Las obras mencionadas profundizan en las acciones del personaje de nuestra historia, doctor Espejo, quien junto a sus hermanos, Juan Pablo y Manuela Espejo, promovieron las ideas libertarias y revolucionarias que posibilitaron la consecución de nuestra independencia.
Este fue el motivo central de mi postulación: crear conciencia en los estamentos culturales de nuestro país el papel jugado por Eugenio Espejo, sus hermanos, y otros patriotas de la época en el desarrollo integral de nuestro país. Tanto más, en el concurso nacional Premio “Eugenio Espejo”, cuya organización está en manos del Ministerio de Cultura y Patrimonio. Creo que ni los organizadores ni los concursantes han tomado conciencia de la importancia de destacar la figura señera de Espejo y sus hermanos.
Escuchemos al propio Espejo “hablar con el idioma de la escritura santa”:
Si yo hubiese de proferir palabras de un traidor agrado, me las ministraría copiosamente esa venenosa destructora del universo, la adulación, y esta misma me inspirara el seductor lenguaje de llamaros, ahora mismo, con vil lisonja, ilustrados, sabios, ricos y felices. No lo sois: hablemos con el idioma de la escritura santa: vivimos en la más grosera ignorancia y la miseria más deplorable. Ya lo he dicho a pesar mío; pero, señores, vosotros lo conocéis ya de más a más sin que yo os repita más tenaz y frecuentemente proposiciones tan desagradables. Mas, ¡de qué ignominia será la vuestra, si conocida la enfermedad, dejáis que su rigor pierda las fuerzas, se enerve y perezca la triste patria!
Ecuador vive momentos de frustración y dolor por el enfrentamiento entre las comunidades indígenas y el gobierno. La dependencia y dominio de la colonia parece tiempo pasado, pero otro dominio, el del capitalismo, prevalece sobre los pobres del campo y de las ciudades. Pienso que no es momento de pensar en premios pasajeros, no exentos de la vanidad de ostentar un premio literario.
Que la gran mayoría de indígenas viven y soportan aún “la más grosera ignorancia y la miseria más deplorable”, a 230 años de distancia de la colonia, es una inquietante realidad que no se puede negar con discursos maquillados de buenas intenciones.
Estas y otras razones, me llevan a la determinación de retirar mi participación en el concurso Premio Nacional “Eugenio Espejo” del presente año.
Atentamente,
Raúl Arias
Gracias por la reseña. Apoyo la candidatura del poeta
Jamás podría el legendario “poeta en bicicleta” aceptar un premio otorgado por el gobierno de un ignorante banquero miembro del Opus Dei , enemigo y represor de los pueblos y nacionalidades del Ecuador que soñamos intercultural. ENHORABUENA POETA¡