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Primer y breve acercamiento a Gustavo Garzón

“El ser humano debe ser integral y por tanto debe enmarcarse en la dinámica, en la dialéctica de su sociedad; y ésta es responsabilidad más fuerte en el escritor (sin quitarle un ápice de fuerza a la responsabilidad que tienen los demás) porque, insisto, el escritor es vanguardia del pensamiento de su sociedad; otra función muy concreta del escritor en nuestros países es crear ese sentido del presente, ese arraigo en la actualidad, esa ruptura de la enajenación tradicional de América Latina a la nostalgia del pasado o a la expectación del futuro”.

Gustavo Garzón Guzmán

(Quito, 08 de junio de 1958)

Primer y breve acercamiento a Gustavo Garzón
Por Neal Moriarty
¿Cómo llegué a la problemática sobre las personas desaparecidas?, pues, antes de hacer conciencia, por mis gustos literarios, supe de Héctor Germán Oesterheld (desaparecido en La Plata en 1977), Haroldo Conti (desaparecido en Buenos Aires en 1976), Rodolfo Walsh (desaparecido en Buenos Aires en 1977) y Paco Urondo (asesinado en Mendoza en 1976); supe de tantos otros y entendí lo peligrosa que puede resultar la palabra para los poderosos.
Porque la palabra es una herramienta contundente de desenmascaramiento y denuncia, llega a muchos y puede generar una toma de postura («Siempre me he preguntado: ¿Fue mi hijo tan peligroso como para que le hayan hecho esto?» Clorinda Guzmán, madre de Gustavo Garzón). Cuando la palabra y quien la produce se vuelven incómodos, los represores censuran y en el peor de los casos desaparecen al emisor. Conocidas son las violaciones a los derechos humanos cometidas por varios regímenes a lo largo de la historia de Latinoamérica, y Ecuador no ha sido la excepción. Prácticas de espionaje, persecución, tortura, desapariciones forzadas y asesinatos, han existido; muchas quedando en la impunidad. Por ello cabe investigar y conocer si en este sector del mundo sucedió algo similar a lo acontecido en Argentina, es así como llegué al caso del escritor César Gustavo Garzón Guzmán, detenido desaparecido.
Mucho se ha dicho en torno a los hechos de aquel fatídico y deleznable día, y es loable en cuanto mecanismo de preservación de la memoria pues, como se dice en los plantones organizados por amigos y familiares de los que aún no han vuelto: «Mientras quede un aliento de vida no desmaya la búsqueda» y la lucha. Porque el dolor, en los familiares puede transformarse en resistencia, misma que se ha plasmado y seguirá plasmándose en la Plaza de la Independencia de Quito, al igual que lo hecho por las abuelas y madres de la argentina en la Plaza de Mayo. Espacios en donde la visibilización, el justo reclamo y la solidaridad son primordiales. Es ahí donde un problema individual se convierte en una cuestión colectiva, y en donde el desaparecido tiene su espacio físico.
Sabemos que en una primera instancia fue detenido por miembros de Inteligencia Militar, bajo presunción de porte ilegal de armas de fuego y asociación ilícita en el marco de acción subversiva. Sabemos fue puesto en manos del nefasto Servicio de Investigación Criminal de Pichincha (SIC-P). Afrontó cargos por supuesto asalto a una entidad bancaria en la provincia de Imbabura.1 Vejado y torturado lo trasladaron al Centro de Detención Provisional de Pichincha (CDP). Al ser sobreseído recuperó su libertad tras un año de encierro, el 7 de septiembre de 1990, sin embargo, la madrugada del 10 de noviembre del mismo año desapareció sin dejar rastro.2 Resuella la bestia, el agitar de los vientos del pueblo reclama respuestas al Estado, la familia queda sumida en un limbo de dolor. Dentro de una democracia, amparados por leyes y convenios internacionales, la filiación política e ideología de una persona no justifica la persecución, detención ilegal y violencia. Además, se contradice el mandato constitucional de una Nación, que debe velar por sus ciudadanos y no ejercer sobre ellos un control social y criminal o tratar de intimidar a la población civil.3

Quiero imaginarme a Gustavo Garzón cual flaneur por las laberínticas calles de su adorado Centro Histórico, en simbiosis con el musgo barroco de la ciudad, siendo acompañado por el silencio de las iglesias y las melodías de los músicos ciegos de las plazas. Ensimismado en la literatura lúdica de Julio Cortázar, en los temas urbanos y existencialistas de Pablo Palacio, en el compromiso político del escritor.  Lo veo en los sitios en los que quizás también yo he deambulado, tal vez compartiendo los mismos problemas bajo otras coyunturas y contextos; con sueños en busca de ser cristalizados.
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1«Garzón Guzmán César Gustavo. Es detenido el 7 de agosto, en la Av. P. V. Maldonado, en su poder se encuentra armas, literatura subversiva y documentos falsos.» (El Universo, Primera Sección, Sucesos, Sábado 12 de agosto de 1989, p. 9). 
2 Su último paradero conocido fue la salsoteca Son Candela, otrora situada en la calle Carrión y Reina Victoria, Quito. 
3 Elsie Monge Yoder, y otros (Comisionados), “C71 Caso Gustavo Garzón”, en Informe de la Comisión de la Verdad. Ecuador 2010, Tomo 4: Relatos de casos. Período 1989-2008, Impreso en Ecuador, Edición Andrea Ávila y Francisco Terán, p. 28-31, en: https://www.inredh.org/index.php/casos/37-casos/1401-comision-de-la-verdad-de-ecuador#informe. Ver: “Una búsqueda sin eco de los desaparecidos”, El Comercio, Judicial, Jueves 19 de junio del 2003, A6.

Gustavo Garzón Guzmán: intelectual, escritor e idealista

Gustavo Garzón Guzmán, nace en Quito el 08 de junio de 1958. Para recordar la vida y obra del intelectual, narrador, ensayista, gestor de cultura e investigador, que en los años 80 formó parte de los Talleres Literarios de la CCE y del colectivo cultural La Mosca Zumba; Efecto Alquimia y Revista Matapalo, invitan al encuentro virtual:
Gustavo Garzón Guzmán: intelectual, escritor e idealista
Martes 08 de junio del 2021
18h00
por Facebook live de Efecto Alquimia y Matapalo.

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