Con la embriaguez de las estrellas…
Y los poetas muertos no irán a los sarcófagos
de rosas, sino a todas las fauces de los cráteres.
Así América, será una tempestad encendida en la noche
y un resplandor de lianas en el día.
de Los huracanes
Gonzalo Escudero Moscoso
En sus años como estudiante en el colegio Mejía, junto con Jorge Carrera Andrade, Augusto Arias, Luis Aníbal Sánchez y Gonzalo Pozo, fundan en 1916, la revista El Crepúsculo y más tarde Vida Intelectual.
hecha para morderte de amor como un cigarro…
Una vez concluidos los estudios secundarios, ingresa a la Universidad Central, a la Facultad de Jurisprudencia. Luego de lo cual, ejerce varios cargos públicos para después dedicarse a la carrera diplomática. Fue Primer Secretario y Encargado de Negocios en Francia, Estados Unidos, Panamá y Argentina. Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en Perú y Francia, además representante del país ante la UNESCO.
Gonzalo Escudero se dedica a la poesía desde muy joven, según él mismo dice, nunca pudo saber “qué brújula infatigable me había conducido en esta pequeña y grande odisea”. Los temas tratados en sus versos se concentran en lo propio de América y – por su carrera diplomática – en aspectos de varias culturas y viajes.
Gonzalo Escudero |
Escribió Poemas del Arte (1919), Las parábolas olímpicas (1922), Hélices de Huracán y de Sol (1933), Paralelogramo (1935), Altanoche (1947); Estatura de aire (1951), Materia del ángel (1953), Autorretrato (1957), Introducción a la Muerte (1960), Justicia para el Ecuador (1968), Variaciones (1972). Réquiem por la luz y Nocturno de Septiembre (1971) publicados póstumamente en 1983.
Fue miembro fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Grupo América y la Sociedad Jurídico Literaria, además Miembro de Número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Fallece en Bruselas, el 10 diciembre de 1973.
Ximena Flores Venegas