La primera década
El camino del alquimista es solitario, su GRAN OBRA, es la transmutación, a la que se llega después de un proceso que solo puede ser comprendido luego de varios ensayos.
Fue el 15 de agosto del 2009 cuando cuatro jóvenes, que para ese entonces habíamos sido llamados a formar parte de los talleres literarios de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, que en una memorable demostración de democracia, creábamos Efecto Alquimia. La aventura que nos planteábamos era la de conformar un colectivo que con el tiempo llegara a organizar recitales, publicaciones, un blog, una revista, entre otros, con el propósito de difundir la literatura del país y también -por qué no- nuestra obra.
Hoy, una década después y por diferentes motivos, Efecto Alquimia es la voz de solo una de las integrantes iniciales, la misma que trabaja incansablemente por rescatar a los escritores y las escritoras del pasado, su obra, su época y sus ideales.
Es momento entonces de brindar y dar gracias a los maestros, colaboradores y amigos… de recordar también a aquellos personajes que conocimos durante estos años.
Nos queda una sola inquietud y es que, en una década de trabajo, aunque planteamos nuestra misión y objetivos, Efecto Alquimia no ha formulado su Manifiesto y aunque no somos un movimiento poético, ni un colectivo literario, dejaremos ese mínimo legado.
Manifiesto de Efecto Alquimia
He aquí el pequeño manifiesto nacido del ideal de quien ha sido la voz detrás de Efecto Alquimia. Su propósito es encontrar una simple fórmula de creación en un tiempo en el que ya todo está creado. No somos pues un país sin pasado literario, desde nuestros ancestros y pasando por distintas líneas, la literatura ecuatoriana ha tenido grandes exponentes. Es por ello que en férreo rescate de sus enseñanzas planteamos:
- La sinceridad, originalidad y musicalidad en la prosa y en el verso deben ser al escritor como la transmutación, la piedra filosofal o la panacea lo son al alquimista.
- Lo universal y lo atemporal deben ser un empeño en la obra de cada autor.
- Como creador, uno plantea la estructura de su obra, su juego, y debe mantenerse en él para no perder el timón de esa nave que es la escritura.
Sabemos que no existe un camino fácil, la literatura exige trabajo duro, la inspiración no surge espontáneamente, el arte no es magia – los alquimistas lo sabemos – por eso debemos darle tiempo a la obra, investigar permanentemente, deleitarnos con la lectura, ser nosotros mismos y sin artificios, plasmarnos en el papel.
Ximena Flores Venegas
Alquimista y escritora
Felicidades y que sean muchos años más de fina literatura y rescate nacional.