121 años de Medardo Ángel Silva
*Especial por el centenario de la muerte de M. A. S.
“Él no piensa tanto como sueña”
Salcedo Mac-Dowall
Medardo Ángel Silva nació en Guayaquil el 08 de junio de 1898, descendiente de una familia de músicos, su padre fue pianista y afinador de pianos, don Enrique Silva, su madre fue doña Mariana Rodas Moreira. Estudió la primaria en la Filantrópica e inició la secundaria a los 11 años en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte. Debido a distintas circunstancias abandona sus estudios y empieza a trabajar en imprentas.
La poesía no fue el único género literario que Medardo Ángel Silva desarrolló; fue cronista, narrador, editor, crítico, un poco publicista y músico. Sobre esta última, recuerdan sus amigos que interpretaba magníficamente una Pianola Playotone ubicada en una habitación en el diario El Telégrafo donde trabajaba.
Piano Playotone |
En vano te he esperado, hora tras hora;
me falta ya el valor… y hasta el aliento,
y cada vez más desgarrante siento
el puñal del dolor que me devora…
de Espera
Desde muy temprana edad escribía versos que enviaba a los periódicos con la esperanza de que los publicaran sin embargo tuvo que esperar algún tiempo y el apoyo de algunos amigos para contemplar por fin en tipográficas sus escritos, fue en la revista literaria Juan Montalvo; de ahí en adelante su carrera fue imparable, se dio a conocer en los círculos literarios hasta merecer el respeto y la admiración de poetas, escritores, periodistas, entre otros, con los que mantenía amistad y correspondencia.
“Era Medardo Ángel Silva, un elegido de los dioses,
un delicado orfebre del ritmo y del vocablo”.
Víctor Hugo Escala
Entre sus obras se encuentran El árbol del bien y del mal editada por él mismo, la novela María Jesús publicada en el folletín de El Telégrafo, ensayos, crónicas de la ciudad de Guayaquil y distintas colaboraciones realizadas que se publicaron en revistas nacionales e internacionales como “La idea, Vida intelectual y Caricatura de Quito; Helios, La pluma, Variedades, Anarkos, Ciencias y letras, Melpómene, Juveniles, Ariel, La ilustración de Guayaquil”; Colónida de Lima, Nosotros de Buenos Aires, Cervantes de Madrid, etc. También fue director de las revistas Atenea, España, Patria y Renacimiento.
En 1919 pasa a ser redactor literario en el diario El Telégrafo, el de mayor circulación del país, allí prepara la sección “Los jueves literarios” y también su columna “Al pasar” bajo el pseudónimo Jean d’Agrève. Para esa época M. A. S. ya tenía experiencia suficiente como redactor literario, director encargado de revistas literarias, cronista; preparaba además la publicación de dos libros, uno con poemas y otro con ensayos.
Poesía Voces de Medardo Ángel Silva, publicada en la revista Caricatura en 1919. |
“El dijo que me amaba, tendría yo entonces entre 14 y 15 años, muy joven, escasa experiencia, fácilmente sugestionable. Fuimos enamorados corto tiempo; si yo lo hubiera amado realmente jamás habría sido feliz a su lado…”
Testimonio de Rosa Amada Villegas
Dos días después de cumplir los 21 años, el 10 de junio de 1919, el ya reconocido poeta movido quizás por la tristeza que lo acompañó desde la infancia, toma una decisión fatal. Según las noticias de la época, va a visitar a la que en ese entonces era su ex-enamorada Rosa Amada Villegas y en su presencia se quita la vida. De lo acontecido aquella noche sabemos poco y es por eso que en el imaginario popular se han creado varias hipótesis sustentadas por aquel poema que el escritor dedicara a su amada y que se mantiene aún en la memoria del pueblo convertido en pasillo “El alma en los labios”.
Firma de M.A.S. |
Ximena Flores Venegas
08-06-2019
Fuentes
Romero Castillo, Abel (1983) Medardo Ángel Silva, vida, poesía y muerte. Guayaquil: Banco Central del Ecuador.