Jorge I. GuerreroLiteratura Ecuatorianapoetas ecuatorianos

Jorge I. Guerrero T.

(1912)
Por eso han vuelto las aves que emigraron
en busca de alguien que contestara sus silbidos.
Han vuelto también las corrientes de viento,
que no encontraron resistencia a la altura de un hombre,
porque los campesinos estaban clavados de espaldas a la tierra.

De: Insurrección de los surcos 

Obra todavía muy corta, pero encarnada de anhelo artístico y fuerza comunicativa. Guerrero quiere entrar en la médula de la injusticia humana, para ofrecerla, en comprimidos de auténtico «elán» poética y de auténtica emoción social.
Su expresión es, por lo general, como la de la mayoría de los poetas de su generación: «sólo apta para intelectuales». 
Retorno del Recuerdo

Aquí estoy, deteniendo el tropel de mis deseos
por sólo no gritarle a tu inocencia.
Por no turbar tus sueños de corderos blancos,
por sólo no dejarte mi cal entre las manos.

Vale más tu suave niebla de ternura niña
que te hizo ver un nardo al filo de una estrella.

Cuando decías que el demonio empujaba mis manos,
yo odiaba a los ángeles que te ataban los brazos;
y amaba tu frescura de jardín amanecido al viento
y amaba tus ojos de uvas taladradas.

¡Oh alegre sonrisa que borraba mi angustia!
¡Oh liviana voz alentadora de recuerdos!

Sigo yo mi camino de pedernal y de tormenta,
seguro de encontrarte crecida por el tiempo.
Me buscaré un Dios conversador y suave
que me abra las ciudades de lino y de barqueros,
para olvidarte entonces sin miedo a los luceros.
Obras:
Sombra incesable, poesía, 1942 -1946, Sonetos y canciones, Número 3 de Madrugada. Cuadernos de poesía, 1946 Colaboración en diarios y revistas. “Élan”, Revista del mar Pacífico, “El Comercio”, “El Día”.
Fuentes:
Índice de la Poesía Ecuatoriana Contemporánea, Benjamín Carrión. 1937.
Antología de Poetas Ecuatorianos, Quito – Ecuador. 1944.

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