Abel Romeo Castillo
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No me esperes esta noche,
morena, porque no puedo.
Ni mañana, ni pasado,
ni quién sabe hasta qué tiempo,
que hoy nos mandan a la sierra
en rebaño cuartelero.
De: Romance del conspirador enamorado
Abel Romeo Castillo, nació en Guayaquil, el 22 de enero de 1904. Periodista, escritor e historiador. Dirigió la Biblioteca Municipal de Guayaquil, el Archivo Histórico del Guayas, entre otros. Escribió poesía y ensayo. Hermano menor de las poetas María Piedad y Zaida Letty Castillo.
En 1935, mientras se encontraba en Chile, escribe Romance de mi destino, que musicalizado más tarde, se volvió uno de los pasillos más populares, escribió también la biografía de su amigo Medardo Ángel Silva. Fallece en Guayaquil, el 11 de noviembre de 1996.
«Caballero del Monóculo»
“Su vocación de ingenuidad ha llevado a Abel Romeo Castillo hacia el aprovechamiento de la receta lírica de García Lorca -que dijera Raúl Andrade- : el romance. Trasladado de la cálida tierra andaluza a la cálida – super cálida – tierra guayaquileña, el romance asume intrepideces un poco bárbaras y sugestivas”.
Obras
«Los Gobernadores de Guayaquil del Siglo XVII» Prosa histórica. Madrid, 1931, «Nuevo Descubrimiento de Guayaquil» Poema, Guayaquil, 1935, «Olmedo el Político», «Olmedo y Bolívar», «La Supuesta Carta de Bolívar a Olmedo es Falsa», «Don Pedro Franco Dávila, el Sabio Guayaquileño Olvidado», «Historia de la Imprenta de Guayaquil», «Fray Gaspar de Villarroel, Arzobispo de Charcas», «Medardo Angel Silva, Vida, Poesía y Muerte», «Un Luchador Caído: César A. Naveda», «Dos Guayaquileños Precursores de la Independencia» (Jacinto Bejarano y José de Antepara); “Romance Criollo de la Niña Guayaquileña” y “Hazaña y Timbre del 9 de Octubre”
Director de la hoja literaria de EL TELÉGRAFO.
Romance de mi destino
Pasillo compuesto por Abel Romero Castillo, es publicado en 1938 en el libro de Romances “Nuevo descubrimiento de Guayaquil”.
Todo lo que quise yo
tuve que dejarlo lejos,
siempre tengo que escaparme
y abandonar lo que quiero;
yo soy el buque fantasma
que no puede anclar en puerto,
ando buscando refugio
en retratos y en espejos,
en cartas apolilladas
y en perfumados recuerdos.
Por más que estiro las manos
nunca te alcanzo lucero,
jugo de amargos adioses
es mi vaso predilecto;
yo me bebo a tragos largos
mi pócima de recuerdos
y me embriago en lejanía
para acariciar mis sueños.
Nadie sabe como yo
el lenguaje de los pañuelos
agitándose en los muelles
sacudiendo el aire trémulo;
nadie como yo nació
con destino marinero,
la única flor que conozco
es la rosa de los vientos.
Letra: Abel Romeo Castillo
Música: Gonzalo Vera Santos
Intérprete: Julio Jaramillo
Ximena Flores Venegas
31-08-2013
Fuentes
Índice de la Poesía Ecuatoriana Contemporánea, Benjamín Carrión. 1937.