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Eduardo Mora Moreno

(Loja, 26 de noviembre de 1906 -Ibídem, 11 de septiembre de 1987)

Poeta, no demores en el sueño herrumbroso
de la ciudad burguesa;
ven a invertir, no en vano,
esas pocas monedas de tu vida
en el gran espectáculo de la Naturaleza,
ven a vivir al campo.

De: Invitación campeana



Eduardo Mora Moreno, nace en Loja, el 26 de noviembre de 1906. Escritor y político. Desarrolló la poesía y el cuento. Publicó en varias revistas y diarios de varias ciudades del país como la revista del Colegio Bernardo Valdivieso, Alba Nueva, Iris, Revista Universitaria, El Faro, Loxa, Bloque; El Telégrafo y El Sol.  Colaboró también en publicaciones de izquierda. 
Ocupó varios cargos públicos entre ellos fue Alcalde de Loja, gobernador, senador y diputado de la República. En materia cultural, ocupó el cargo de presidente Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y fue miembro de la Sociedad Jurídica Literaria.
Su obra en narrativa se encuentra enmarcada dentro del relato social, siendo uno de sus precursores al tomar en cuenta la temática campesina e indígena. Junto con sus contemporáneos, demostró calidad, dominio del idioma, creatividad para contar lo que miraban y además, una gran sensibilidad. Fallece en su ciudad natal, el 11 de septiembre de 1987. 

“Espíritu y sensibilidad de hoy, es una vocación urgente y acendrada de campo. No en busca deliberada del motivo lírico o de la documentación para el alegato social, sino en busca de paz. Palpita en él la entraña de la vieja égloga. Su instrumento expresivo es depurado, de una fragante diafanidad. Jamás hay en sus poemas gesticulación ni grito”.

Obra
Entre sus obras se encuentran: La Minga, El Rastrojo y Mal Hechizo; Las nieblas del recuerdo, Leyendo María. Humo en las eras: cuentos (1973).

Emoción de la partida

El llanto de la ausencia acrece la marea,
la despedida desfleca sus pañuelos
y sobre el viejo muelle se columpian las almas
al desigual compás de los oleajes.

La sirena anuncia la partida
y ya empeora la nave hacia el confín del destino;
solo queda en la playa la tablazón despedazada
de una ilusión, que ha de carenar el tiempo…

En alta mar las olas rizan el horizonte
y un relampaguear de inquietudes conmueve la distancia.
El viento sopla tenue,
como una evanescencia de caricias ausentes…

En el puerto lejano,
como alas extraviadas,
llegarán los recuerdos a posarse en los mástiles.

Algarabía del puerto;
desolación del puerto:

Entre la densa marea de los gritos
irá tu alma apartando soledades…

 1939

Fuentes

Índice de la Poesía Ecuatoriana Contemporánea, Benjamín Carrión. 1937.

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