Gonzalo Escudero Moscoso
(Quito, 28 de septiembre de 1903 – Bruselas, 10 de diciembre de 1971) |
Gonzalo Escudero Moscoso, nace en Quito, el 28 de septiembre de 1903. Poeta, periodista, maestro y diplomático; obtiene el título de Doctor en Jurisprudencia en la Universidad Central del Ecuador. Es Representante del posmodernismo en la literatura ecuatoriana. Publicó desde su juventud en revistas literarias entre ellas «Crepúsculo» y «La Idea», su primer libro Los poemas del arte, sale en 1919. Ocupó varios públicos, entre ellos los diplomáticos. Fallece en Bruselas el 10 de diciembre de 1971.
Los Dólmenes
La niebla me ha vendado los ojos. Estoy ciego.
Tiembla el pinar como una cúpula
sobre mi cabeza rebelde.
La noche suena como un órgano.
Mis manos incandescen.
He apretado los troncos de los árboles.
Estrangulé los torsos de las mujeres
y rompí la tierra, como un vientre.
¡Hoy, hoy!
¡Trueno, sorbo de Dios!
Mis brazos se agigantan como trombas oceánicas.
y estoy solo
ante mi eternidad, como los dólmenes.
Nadie sabrá después quién sopló los ciclones,
quién abrió los abismos como fauces.
¡Nadie!
Huracanes, gritad, que estoy solo.
La niebla me ha vendado los ojos. ¡Estoy ciego!
Una poderosa fuerza lírica, servida por un instrumento verbal amplío, rico y sonoro. La motivación poética de Gonzalo Escudero – desde los precoces doce años en que comenzó a escribir – ha sido siempre trascendental, anhelante de interrogaciones de infinitud cósmica. Hasta los temas humanos – amor, dolor, muerte – han sido tocados por Escudero con ritmos de una excelsitud desconcertante.
Hay una fuerte similitud – que ya he anotado en «Mapa de América» – entre Gonzalo Escudero y el gran uruguayo Carlos Sabat Ercasty. Y si Sabat hurga quizás con más dinámica insistencia en los misterios palingenésicos de la idea- el mundo, la especie-, Escudero dice su formidable inquietud con vuelo más artístico de imagen. Escudero – como Sabat – hace la más alta épica americana de las generaciones nuevas.
Obras
Los poemas del arte (1919), Las parábolas olímpicas (1922), Hélices de huracán y de sol (1933) Paralelogramo (1935), Altanoche (1947), Estatua de aire (1951), Materia del ángel (1953), Autorretrato (1957), Introducción a la muerte (1960); Réquiem por la luz (1983) y Nocturno de septiembre (1983) fueron publicados póstumamente.
Fuentes
Índice de la Poesía Ecuatoriana Contemporánea, Benjamín Carrión. 1937.