Gestos AnónimosLiteratura EcuatorianaMotivo UniversalSergio Román Armendáriz

[SR] / MOTIVO UNIVERSAL

San José de Costa Rica, siete de mayo, 2011:  Sé, por Ximena de los Ángeles, que el taller de literatura  que conduce el maestro Diego Velasco en la Casa de la Cultura Ecuatoriana ha asumido, con el rótulo ‘Gestos Anónimos’, el V Festival Internacional de Poesía ‘Palabra en el Mundo’ cuya consigna para este año es ‘Démosle una oportunidad a la paz’,  ceremonial que los desafía a invadir calles, buses y otros escenarios inusuales de Quito, del 19 al 21 de mayo, con teatro, poesía y danza. A la distancia, pido permiso para comulgar, en tal celebración, dedicándoles el siguiente poema que rescato del anciano 1953:

Sergio Román Armendáriz   UNO DEL CLUB 7

MOTIVO UNIVERSAL *
(Club 7. Guayaquil, Casa de la Cultura, 1953. Págs. 91-92)
 


‘La Paz únicamente significa
el mantenimiento de la Luz y la Cultura
sobre el Obscurantismo y la Barbarie’ [sic]  
S.R.A., 1953


Afuera sólo hay noche y muerte.
Sólo hay llanto.
Y bestias preñadas por tinieblas.
Y prematuros niños, mutilados.
Y madres sin pezones y sin órbitas. 
Y ciegos hombres blasfemos,
devorándose.

Afuera sólo el cráter, el pus y la trinchera.
Y el diccionario enlutado de los huérfanos.
Y el hambre enracimada al pie de cada boca.
Y los silbos filudos de la nieve!

Afuera:
Caín y sus obscuros instintos,
desatados. 
Los famélicos y bíblicos corceles, 
desatados. 
Las siete plagas y el infierno áspero, 
desatados.
El odio, el látigo, el fuego, 
desatados!

Afuera el estricto y redondo minuto  
de la muerte. Su frontera. Pero aquí 
nadie quiere palpar de esa honda noche.
Ni de sus turbias columnas de gangrena.
Ni de sus apretados anillos de cicuta. 
Ni de sus vértebras ígneas. Ni de la 
sangre abierta en círculos de rabia. 
Ni del acento incendiado. Ni del pánico
que mide a los hombres con su belfo
espumoso. Ni de los campos ahogados.
Ni del roto horizonte. Ni de su
cruel cosecha de cruces desoladas.
Ni de la gris mordedura del abismo.

Hablemos otra vez de la esperanza.
Del ovario y los surcos encendidos.
De los niños apenas empinados 
como azules raíces. Como savia.
Hablemos del sudor y del arado.
De la tibia oración de cada día.
De los libros amados. De la espiga.
De la estrella puntual y de la escuela.  
Del hogar y del amor intactos.
Y de la madre que aún –devotamente–
nos reparte su pan y su alegría.






Notas al margen de su propia faena, redactadas por SR en Costa Rica, 5 de mayo, 2011

1.- Ubicación del texto  
2.- Enfoque ideológico / 2.1.- Acerca del lema / 2.2.- Acerca del epígrafe
3.- Enfoque gramatical  / 3.1.- Acerca de los detalles.
4.- Enfoque estilístico / 4.1.- Acerca de la retórica / 4.1.1.- Un ejemplo / 4.1.2.- Acerca del poder de la retórica
5.- Ubicación del escritor

1.- UBICACIÓN DEL TEXTO.- ‘Motivo Universal’ (sic) es el sexto poema de los ocho que integran la cuota de SR presente en la publicación plural del ‘Club 7’ (Benavides, Espinel, Hidalgo, Ledesma, Román. Guayaquil, Casa de la Cultura, 1953. Págs. 91-92, de 99). Este membrete  antecedido por ‘Parábola del Único Camino’ (sic, págs. 89-90) y continuado con ‘Puerto Rico en el Llanto’ (sic, págs. 93-95) transita el compromiso social, paisaje que conjuntamente con la deriva existencial  (‘Abandono Total’ y ‘Desolado Vocablo’, sic, págs. 84-86) y la floración íntima (‘Incomparable Estancia’, sic, pág. 83 / ‘Mar ausente’, sic, págs. 87-88 / ‘Pincel’, pág. 96) constituyen el triple bosque de los asuntos privilegiados por el Club 7 (herencia de Rubén Darío cuyas pucunas ‘a Roosvelt’, ‘Lo fatal’ y ‘Yo persigo una forma’ nos iniciaron en el descubrimiento de nuestra temprana vocación social, existencial e íntima). 

2.- ENFOQUE IDEOLÓGICO.- Esta perspectiva muestra la correspondencia de la composición, con la paz, fulgor de la primera década (1947-1957) de la llamada Guerra Fría (1947-1989), conflicto singular que sostuvo el capitalismo imperial versus el socialismo soviético, cada extremo encabezando a un batallón de países, instituciones y personas víctimas de un ajedrez diplomáticamente sanguinario. En tal entorno, emblemática fue la paloma que el pincel camarada de Pablo Picasso puso a volar en todos los horizontes del planeta.

2.1.- ACERCA DEL LEMA.- ¡Sin paz no hay futuro para la humanidad!  fue  el eje invocado a cada instante, no sólo en las instancias supremas de la Organización de las Naciones Unidas sino, incluso, en la proclamación de las denominadas reinas de los diversos bailes estudiantiles.

2.2.- ACERCA DEL EPÍGRAFE.- Muy de la época, la inscripción que escolta el texto fue tomada de la primera y tartamudeante conferencia que dictó Sergio (en el local de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, FEUE, Filial de Guayaquil, durante su inicial año de Leyes, 1952)  ante un escaso público compuesto por su enamorada, dos o tres parientes y cinco miembros de la gallada del barrio. Dicho lema rezaba: ‘La Paz únicamente significa el mantenimiento de la Luz y la Cultura sobre el Obscurantismo y la Barbarie’ [S.R.A.], ingenua auto-cita que continúa vigente sin embargo ejemplificando la manía de enfatizar la idea central de cualquier actividad por medio de las mayúsculas, costumbre tipográfica heredada de las técnicas de la ‘letragrafía’ y de las imprentas de caracteres móviles. Ídem, por corresponder mejor al espíritu de la oración, la preposición ‘sobre’ merece ser sustituida por el venablo ‘contra’, aunque, en honor a su referente, será mejor que descanse ‘en paz’. 

3.- ENFOQUE GRAMATICAL.- Esta perspectiva muestra, desde su signatura, un ‘Motivo…’, esto es, una razón de ser que al adjetivarse con un ‘…Universal’, implica lo concerniente al espacio y al tiempo totalizadores, título exacto que se inserta dentro del contexto del segundo hemisferio del siglo veinte, y acorde lírico que vibró balanceándose en una estructura compuesta por 44 versos libres distribuidos de manera irregular en cinco estrofas. En el primer tercio, la línea 20 ignora la apertura de un signo de admiración (permitiendo sólo su cierre), y la línea 10 adversa el perfil pronominal –enracimarse o arracimarse– que al perder el enclítico ‘se’ fue sustituido por el participio ‘enracimada’ (‘al pie de cada boca’) intentando bosquejar una sombra parpadeante por contraste y por rapidez de expresión. Ídem, la danza de las voces esdrújulas (líneas 5, 7, 15, 17, 19, 26, 27 y 28) elegidas más por su eufonía que por su lógica o por su semántica.

3.1.- ACERCA DE LOS DETALLES.- Se atribuye a Roland Barthes (1915-1980, demiurgo de ‘El placer del texto’, 1973) el predicar que la escritura es un oficio de señales caligráficas trazadas al compás de su propia codificación, geometría que al asociarse con el balance estilístico-ideológico permitirá una determinada aproximación, lo menos inexacta posible, a la obra, cuya apreciación debe incluir el máximun del disfrute, según referencia que se atribuye a Jorge Luis Borges (1899-1986, demiurgo de ‘El Aleph’, 1945).

4.- ENFOQUE ESTILÍSTICO.- Esta perspectiva muestra dos hemistiquios establecidos por un ‘Afuera’ reiterativo (versos 1-20) que hace presumir un ‘Adentro’ tácito (versos 34-44) mientras, la cuarta estancia (versos 21-33) permite el correspondiente encabalgamiento conceptual ‘Adentro-Afuera’. Y, en paralelo, subraya el predominio  de la cópula por yuxtaposición (más que por conjunción) de los sintagmas, gracias al azar de la intuición (más que a la intención) de proyectar una sensación apocalíptica que el autor cultivaba con cierta naturalidad proveniente del clima religioso (en el que siempre se ha sentido bien, aunque asombrado) de la escuela salesiana donde realizó sus estudios primarios y parte de los secundarios. Este mismo antecedente busca el tono de letanía y de sollozo que tal vez surge de las líneas cortadas o repetidas de una figuración que se inicia con un amplísimo: ‘Afuera sólo hay noche y muerte (línea 1) para desembocar en un estrechísimo ‘Adentro’: ‘Y de la madre que aún  –devotamente– / nos reparte su pan y su alegría’ (líneas 39 y 40).

4.1.- ACERCA DE LA RETÓRICA.- Este juego de espejos no es un  invento de nadie. Es una simple pero útil sistematización de un atractivo trío de resortes de la percepción humana: (1) las semejanzas expresas o tácitas y sus antítesis, (2) las exageraciones pantagruélicas e hiperbólicas, (3) las supresiones elípticas hijas de la razón y de los raptos místicos. A su alrededor, gira y gime la galaxia.

4.1.1.- UN EJEMPLO.- En el caso que se comenta (‘Motivo Universal’), predomina el registro metafórico sobre un par de símiles (cuyo elemento distintivo, el adverbio de modo ‘como’ asume el riesgo de confusión subliminal con el verbo comer cuando éste conjugue su primera persona del modo indicativo)  ‘… como azules raíces. Como savia.’ (línea 37), determinando, a la vez, la curiosa relación de alimentarnos con ‘savia’ y con ‘azules raíces’ lo cual provoca cierto efecto desestabilizador amistoso, no con la gastronomía, pero sí con la estética.
4.1.2.- ACERCA DEL PODER DE LA RETÓRICA.- La retórica es la herramienta por excelencia del poder expresivo. Ignorarla es fatal para quien aspire a escribir (a mano o por medio de la computadora o de la cámara fílmica, sentado o caminando, sonámbulo o despierto). En Occidente, cuenta con dos mil quinientos años de buena salud a partir de los pre-socráticos y sobre todo de Aristóteles. Pero,… ¿es o no es retórico decir que la revolución se parece al brillo de los cielos?  Con esta comparación que logra instilar lo social en lo existencial y en lo íntimo, una camarada quichua cerró su discurso, allá, por 1960, en una concentración de la campaña presidencial de los doctores Antonio Parra y Benjamín Carrión, cuyo coro principal inútil pero cierto, fue: ‘Parra-Carrión, ¡Revolución!’

5.- UBICACIÓN DEL ESCRITOR.- Sergio declara su adhesión a la tesis que matrimonia la retórica con la fisiología (breviario de las funciones de la vida) y con la anatomía (catálogo de los disfunciones de la muerte), cotidiano ‘¡ábrete Sésamo!’ que permite la conversión alquímica de los escombros íntimos, existenciales y sociales,  en imágenes y en palabras.   




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