José María Arguedas Altamirano
de la danza de árboles y montañas,
de su movimiento,
bebemos sangre poderosa,
cada vez más fuerte”
José María Arguedas Altamirano |
100 años del nacimiento de José María Arguedas
Nació el 18 de enero de 1911 en la sierra sur del Perú, (Andahuaylas). A los tres años queda huérfano de madre, motivo por el cual es criado por los indígenas. “El detonante de su obra: conocimiento profundo de la cultura quechua”.
“Los indios vieron en mí como si fuera uno de ellos, con la diferencia de que por ser blanco acaso necesitaba más consuelo que ellos.” (Arguedas, 1965).
Sus estudios los realizó en Abancay, Ica y Lima. En 1928 publica en la revista “Antorcha” de Huancayo. En 1931 ingresa a la Universidad de San Marcos y culmina sus estudios de literatura en 1937. Estudió profundamente los mitos, tradiciones, folklore y música de su tierra, la cultura quechua lo apasionaba enormemente. En 1953 comenzó a publicar la revista Folklore Americano (órgano del Comité Interamericano de Folklore. También editó las revistas “Cultura y Pueblo” e “Historia y Cultura”.
Su producción literaria es extensa, publica obras de ficción, poesías, trabajos, ensayos y artículos sobre el idioma quechua, la mitología prehispánica, el folclore y la educación popular, entre otros aspectos de la cultura peruana.
“Arguedas vivió un conflicto profundo entre su amor a la cultura indígena, que deseaba se mantuviera en un estado “puro”, y su deseo de redimir al indio de sus condiciones económicas y sociales. Se puede decir que la añoranza a las formas tradicionales de la vida andina hizo que postulara un estatismo social, en abierta contradicción con su adhesión al socialismo”.
Inkarri
Jorge Luis Ramos Cajo (Coquito), publicado en el libro “El Origen de los Incas: INCARY-INCARRY” de Juan Carlos Silva. |
Arguedas investiga varios mitos de la cultura quechua del Perú, uno de ellos esperanzador para el pueblo, el llamado mito del Inkarri que en la versión recogida por Arguedas tras un profundo estudio cuenta:
“tengo dudas y entusiasmo”
Los conflictos internos lo enferman, lo martirizan, lo mantienen por períodos bloqueado, sin poder escribir nada (la mayor tortura del escritor). Intentos de suicidio y finalmente el disparo en la sien.
“no soporto vivir sin pelear, sin hacer algo para dar a los otros lo que uno aprendió a hacer y hacer algo para debilitar a los perversos egoístas que han convertido a millones de cristianos en condicionados bueyes de trabajo”.
El dibujo que muestran no es de J.C. Silva, sino de Jorge Ramos.
Gracias