‘Mar y Canción’ en Mar del Plata
Antecedente.- La Feria del Libro de Mar del Plata, Argentina (2010), ha incluido en una de sus actividades, la lectura de ‘Mar y Canción’, fechado en 1951, una de las primeras páginas de Sergio Román Armendáriz, ecuatoriano, nacido en 1934. Los organizadores han querido ‘Contar con la voz del poeta, en cuanto el significado de su creación: ¿qué quiso decir, qué pudo inspirarlo, en definitiva, saber del autor? No se trata de una grabación magnetofónica porque la lectura es la característica del evento.’
El poema será leído por la escritora Susana Estrella, el 18 de noviembre del 2010.
Respondiendo a tal solicitud, van los siguientes párrafos.
Respuesta de Sergio
GUAYAQUIL: CIUDAD PUERTO DE RÍA Y MAR fue uno de los motivos que estimuló a mi generación pues allí, en 1951, en una urbe de apenas trescientos mil habitantes que vivían del comercio, transcurrieron nuestra infancia y adolescencia, jugando pelota de trapo en sus anchas calles tropicales, escuchando boleritos por la radio y apasionándonos por nuestras vecinitas a las que les dedicábamos inocentes serenatas y todo eso en la mitad del siglo veinte y casi en la mitad del mundo. Y desde allí, por los esteros o por la carretera nos prolongábamos en el mar Pacífico, exactamente en un sitio de olas violentas que ejercían cierta hipnosis sobre nuestras jóvenes hormonas… ¡la Chocolatera! la llamaban. Hasta allí llegábamos en ‘gallada’ (que era la denominación general de los muchachos de cada barrio) para alardear acerca de una valentía que, en verdad, desconocíamos.
Ese fue el contexto de ‘Mar y Canción’, ‘Biografía del puerto’ y ‘Versos de adiós y ausencia’, 1951. Tenía entonces diecisiete años. Y el mundo era joven para mí. Hoy tengo 76 y noto que hemos envejecido acompañándonos en la nostalgia.
Los dos primeros cuartetos describen el paisaje, y los dos siguientes tercetos exponen un manifiesto personal. Una especie de ‘mano a mano’ entre el mar externo, y el alma que es un mar interno.
Se trata de un soneto atípico compuesto por endecasílabos engarzados por asonancias, muy al estilo del último espasmo del modernismo ecuatorial, movimiento al que pertenecí dentro de un grupo que se bautizó ‘CLUB 7’ (1951-1962), pasión que se expresó en el cultivo de la forma, en la musicalidad preceptiva y en la sencillez de las imágenes.
Estos datos no son necesarios para apreciar el poema, pero sí son útiles para establecer el contexto y su interacción con el texto. Gracias por incluirme en la programación,
Sergio Román Armendáriz / CR, 13 de noviembre, 2010 / www.sergioroman.com