2 Cintas: La primera, de amor. La otra, de guerra.
Sergio Román Armendáriz / UNO DEL CLUB 7
IDEA PARA UNA PELÍCULA DE GUERRA
Tu verano y tus señales sembraste en mi país de asombro
de tal modo
que apenas pudo ser tu mano en mis manos
una tristeza derramada
una fragancia interrumpida
una caricia rota por el discurso de la metralleta.
Nicaragua era un sol contra el tirano
y en ese resplandor ella se consumió entre sueños y escombros
y él se quedó vacío en la frontera.
1982
IDEA PARA UNA PELÍCULA DE AMOR
Un día en el Caribe se encontraron mi nostalgia y tu sonrisa
y en una noche ecuatorial nos unimos sin decirnos nada
hasta que el exilio y la incoherencia clavaron entre nosotros distancias y soles
y nuestras manos se buscan en las palabras y en los silencios
en los trenes subterráneos que nunca se detienen
en la nocturna explosión de las rosas amarillas
y en esas habitaciones impersonales y asépticas de los hoteles del mundo en donde
una noche
moriré
pensándote…
1984
Román Armendáriz, Sergio. “La Rosa de Papel”, Colección de Poesía Ecuatoriana, 24. Guayaquil, Casa de la Cultura, 1990, (págs. 20-21).
Durante los cinco años que, en función de becario, transcurrió en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, 1975-1979), SR buscó, impulsado por la rebeldía natural de su generación, una alternativa para huir de la “Poética” de Aristóteles. Experimentó. Le hubiese gustado lograrlo con el guión de “Nuestro Juramento”, largometraje (1980) dedicado a Julio Jaramillo (1935-1978) y sus canciones, las cuales tanto le recordaban su Guayaquil de las rocolas. (Además, fue coetáneo del cantante y frecuentador de los ambientes de su éxito inicial).
Para presentar visualmente el contexto de JJ, incorporó la profundidad de campo engalanándola con los distintos grafitos de la época. El director sólo atendió el texto, o sea, la historia en sí. Fracasó.
En poesía pretendió inaugurar un paso previo a la formulación de la premisa dramática o conceptual dentro del protocolo de su elaboración. El resultado fue el doble espejo que acaba de presentar, uno dedicado a la guerra, y el otro, al amor. ¿También fracasó? Puede ser. Sin embargo, cree rescatable la opción de tratar de aclimatar recursos de la pantalla en el fluir de la literatura. (Las elipsis, los cambios de dirección o de fortuna de la frase, los encabalgamientos, al igual que ciertos resortes de la publicidad, etc., contribuirán a afinar la forma. Por supuesto, la ideología y su rima con el estilo, son responsabilidad del quien capture al ángel.)
CR, 2010 (Notas redactadas especialmente para “Efecto Alquimia”).