Benjamín Carrión Mora
“El hizo más grande nuestra patria / la llevaba orgulloso como una flor en el ojal a donde iba / y de donde iba volvía dejando amigos que la querían por contagio…// Luchó por una América unida/ y por un gigantesco movimiento de masas para cambiar el presente”
Jorge Enrique Adoum
Manuel Benjamín Carrión Mora, nació en Loja, el 20 de abril de 1897. Su padre Manuel Carrión Riofrío fue profesor de literatura y poeta, Su madre lo educó en casa los primeros años. Desde muy joven adquiere gusto por la literatura, en especial por los poetas franceses y asiste a reuniones con intelectuales de su ciudad. También colabora en periódicos y escribe sus primeros poemas de tinte modernista.
Decide estudiar jurisprudencia por lo que se traslada a Quito, donde también colabora en periódicos y revistas del país. Fue diputado y maestro en varias instituciones. En 1925 es nombrado cónsul y viaja a Europa donde mantiene amistad con varios intelectuales como Gabriela Mistral, Miguel de Unamuno, José Vasconcelos, José María Arguedas, entre otros.
Fue el representante político del movimiento intelectual de la década de los años 30. Su mayor obra –según lo que decía– la “Casa de la Cultura Ecuatoriana” el espacio que sintetiza su sueño de convertir al Ecuador en una potencia cultural.
“Si no podemos, ni debemos ser una potencia política, económica, diplomática y menos -¡ mucho menos!- militar seamos una gran potencia de la cultura, porque para eso nos autoriza y nos alienta nuestra historia”.
Ensayista, crítico, narrador, antólogo, periodista y polemista político y diplomático; es una de las figuras más importantes del Ecuador en el siglo XX. El multifacético autor, participó de inquietudes y procesos del país, especialmente en los que se refieren a la cultura.
“Si se pudiera decir de un escritor que tiene figura de crítico, cara de crítico, modales de crítico, modo de andar de crítico, eso se podría decir de Benjamín Carrión. (…) no da un grito, no se excede en las conversaciones: lleva siempre cara de alegría censurada y hay en toda su figura una cosa de lápiz vivo, de punta muy afilada, de mina muy negra y blanda, que va tomando apuntes en los cuadernos interiores”.
“Escribía a mano en cuadernos de cubierta rígida y le gustaba hacerlo en el campo, luego le fue ganando la civilización y lo hacía a máquina. Una secretaria le transcribía todo después, pero lo primero en su vida era conversar con cualquier persona que estuviera cerca de él, sin que le importara el nivel cultural o la edad”.
Carrión murió en Quito, el 08 de marzo de 1979, dejando un gran legado, magníficas obras literarias que resaltan su amor a la patria y a la humanidad por entero y aquellas luchas sociales y culturales que emprendió para beneficio del país.
Sus obras:
– Los Creadores de la Nueva América (1928)
– El Desencanto de Miguel García(1928)
– Mapa de América(1931)
– Atahuallpa (1934)
– Índice de la Poesía Ecuatoriana Contemporánea (1938)
– Cartas al Ecuador (1943)
– El nuevo relato ecuatoriano (1951)
– San Miguel De Unamuno (1954)
– Santa Gabriela Mistral (1956)
– García Moreno, El Santo del Patíbulo (1958)
– Nuevas Cartas al Ecuador (1960)
– Por que Jesús no Vuelve (1963)
– El Cuento de la Patria (1967)
– Raíz y camino de nuestra cultura (1970)
– El Libro de los Prólogos (1980)
– El Libro de los Prólogos (1980)
– América dada al Diablo (1981)
– Correspondencia de Benjamín Carrión (1995)
– Obras de Benjamín Carrión
– El Pensamiento Vivo de Juan Montalvo.
Fuentes: