21 de diciembreCarasEcuadorFiestas AndinasIncasKapak RaymiQuitussolsticio

Kapac Raymi

Fiesta del Solsticio


Distintas visiones desde algunas culturas que forman parte del Ecuador

Una de las celebraciones más importantes, relacionadas con el astro sol, dios de los pueblos ancestrales y sus movimientos que no debería pasar desapercibida para los habitantes americanos, en especial para los que se encuentran en la zona andino equinoccial, dada la importancia que esta fiesta tenía para nuestros ancestros.
Esta fiesta y las otras que realizan a lo largo del año están relacionadas con los que los pueblos ancestrales conocían como el ciclo astral.

CICLO ASTRAL

El ciclo astral hace relación al flujo de los astros en la convivencia humana, en la práctica ritual, en los conocimientos matemáticos, astronómicas de las culturas, en la dimensión femenina y masculina, en el influjo de los mismos sobre la naturaleza, la creación de mitos entorna a la luna, el sol, las estrellas.

Debido al movimiento de rotación de la tierra el sol nace por el Cayambe por distintos lugares: cuando se produce el equinoccio el 21 de Marzo, el sol nace por la mitad de Cayambe, o en plena línea ecuatorial; cuando se produce el solsticio del 21 Junio el sol nace por la parte norte del Cayambe; cuando se produce el equinoccio del 21 de Septiembre el sol nace por la mitad del Cayambe; cuando se produce el solsticio del 21 de Diciembre, el sol sale por el sur del Cayambe.

El inicio del calendario solar arranca a partir del 21 de marzo tiene una duración exacta de 365 días. De la misma que el sol influye en los seres vivos, la luna influye en su ciclo vital. Hay tiempos para sembrar, para cosechar, para lavar, para bañarse, para realizar rituales, para sanarse, para festejar. La luna ha sido y es por siglos un astro influyente en el ser humano y en su relación con el entorno natural, desde el llullu killa hasta el hunta killa.



Fiesta del Kapac Raymi

El Kapac Raymi o fiesta Mayor, se celebra en los Andes, en las principales huacas o adoratorios comunes y generales de cada nación, pueblo o parcialidad, cada 21 de Diciembre. En esa fecha se produce el solsticio de verano en el hemisferio sur, momento en el que el sol se encuentra en el punto más lejano de la eclíptica solar, con respecto al Ecuador, es decir sobre el Trópico de Capricornio.

Según el historiador ecuatoriano, Padre Juan de Velasco, el “Capac – Raymi, esto es, el mes del solemnísimo baile general, con música y cantos festivos. Se celebra concluida la siembra del maíz, como fiesta última o de fin de año. En ella representaban sus comedias muy instructivas y morales; compuestas por las personas mas sabias de la familia real por la instrucción del pueblo. Concluidas las comedias, comenzaban diversas especies de juegos.”

Ubicación

La fiesta del Kapac Raymi se celebra en el Complejo Arqueológico de Culebrillas, ubicado en las parroquias de El Juncal e Ingapirca del cantón y provincia del Cañar.

Motivo y Época de Acontecimiento

Antes de la llegada de los conquistadores españoles a los Andes, las fiestas eran uno de los componentes fundamentales en la vida y cosmovisión de las sociedades aborígenes.

Asociadas con frecuencia al ciclo productivo, en especial a los períodos de siembra y cosecha, las fiestas eran para los nativos verdaderos ritos de integración del hombre con la naturaleza, de los comunidades con sus dioses.
Para la determinación de los ciclos agrícolas y las fechas especiales de los festejos religiosos, los incas y las demás etnias del área Andina, desarrollaron un calendario anual de 12 meses y 360 días.

Las mediciones del tiempo lo hacían con ciertos instrumentos, validos y precisos, constituidos por 12 pilares colocados a una determinada distancia y posición. Cada mes era indicado en uno de los pilares o postes de acuerdo al aparecimiento, dirección y puesta del sol.

Los pilares eran denominados succanga y a través de ellos se planificaban las actividades económicas y las fiestas en el sistema religioso.

Conservación de la Tradición

La fiesta del Kapac Raymi en Culebrillas se inicia aproximadamente un mes antes, con una gran minga general, en la que participan todas las comunidades indígenas del cantón El Tambo, para limpiar los 14 canales de riego y las algas de la laguna, a fin de obtener mas agua para sus cultivos.

El 21 de diciembre, día de la fiesta, alrededor de dos mil personas, entre autoridades locales, dirigentes de las comunidades indígenas, estudiantes, pueblo en general y algunos turistas, se dan cita en la cantera incaica de la Labrashcarrumi, para presenciar el acontecimiento.

Los afortunados llegan a pie, a caballo o en carro, por los diferentes caminos que conducen a culebrillas, llevando comida, chicha y ofrendas para arrojarlas a la laguna.

A las nueve de la mañana aparece el Inca, con su corte, ataviado como entonces cuando era hijo del Sol, y se dirige a los asistentes invitándoles a participar de la fiesta, que terminara ocho horas después en la explanada ubicada junto al desfogue de la laguna.

Al llegar ahí, en procesión y cuando todos han ocupado su lugar formando un circulo junto a las ruinas del centro ceremonial aborigen, el personaje alzando los brazos brinda con chicha y ofrece en sacrificio harina de maíz a la laguna.
Luego, un jurado conformado por las mas altas autoridades de la comunidad, elige a la Ñusta Kapac – Raymi, que pasa a presidir la fiesta y luego de gran banquete ofrecido por los organizadores, llega la euforia con la presentación de los grupos de teatro, música y danza indígena.

En su contexto esta fiesta mantiene ciertas tradiciones indígenas como la llegada del Inca con su corte, la entrada de ofrenda a la laguna y la utilización del vestuario ancestral.

Vestuario

El atuendo masculino de los Cañaris, esta constituido por pantalón negro de lana, camisa bordada en cuello y mangas, cushma o poncho corto de lana, faja o chumbi a nivel de la cintura y sombrero de lana prensada, de forma redondeada.

El femenino por blusa bordada de mangas cortas, polleras de lana con las orillas bordadas, reboso, illiglla o hualcarina sujeto con prendedor o tupo de plata y sombrero de lana igual al de los varones.


¿Qué Celebramos? ¿Kapak Raymi o Navidad?
Artículo escrito por La Recuperación de Nuestros Valores de Identidad, Cultura y Religiosidad de Iván Ignacio del Consejo Andino De Naciones Originarias.

Tras la violenta invasión europea a nuestro continente Abya-Yala se sucedieron una serie de cambios impuestos por la fuerza sobre nuestros pueblos tanto a nivel cultural, político, religioso, económico, militar, jurídico, etc. Estos cambios se dieron de diferentes maneras y procesos, desde las más sutiles hasta las más abruptas y turbulentas. Sin duda que una que una de ellas se dio en el plano religioso cuyos representantes mediante la Santa Inquisición justificaron sus crímenes de lesa religiosidad produciendo la colonización espiritual de nuestros antepasados.
La expansión de la religiosidad occidental tomó la forma de sectas a medida que los conflictos internos en la iglesia católica y el caos cristiano oficiales se iban agudizando irremediablemente. En este proceso es en el que se inscriben por ejemplo la suplantación descarada de nuestras festividades, rituales y ceremonias religiosas, con otros nombres relacionados con la religión dominante, con otros elementos ceremoniales, con otros conceptos y visiones del mundo, y tratando de adecuar y hacer coincidir de modo sutil las fechas más importantes de las festividades andinas en nombre de un supuesto sincretismo religioso.
Y de esta híbrida mezcla emergieron nuevos rituales, nueva simbología, nuevas creencias, etc. que a decir verdad no son mas que grotescas caricaturas de nuestras verdaderas tradiciones espirituales y religiosas, las mismas que en su mayoría son practicadas por la iglesia católica sobre la población criollo-mestiza principalmente en los centros urbano-citadinos en donde mas influencia tuvo la invasión.
Sin embargo de todo esto, conforme pasaba el tiempo y de acuerdo a la tradición y transmisión oral andina, constatamos que en infinidad de nuestras comunidades originarias aun conservamos intacto la semilla pura de nuestra religiosidad, presta a echar nuevamente las raíces, a germinar y brotar como el maíz de la tierra. Esto en el propósito de mostrar lo que esencialmente representa para nuestro mundo andino el porqué de nuestra fe, de nuestra esperanza y de nuestro júbilo.
En nuestros sagrados Andes existen cuatro momentos importantes en el ciclo vital del maíz como referencia esencial, los que científicamente establecidos constituyen determinados puntos en el tiempo llamados equinoccios y solsticios, durante el lapso de un año, tiempo en el que nuestro planeta gira dando una vuelta entera alrededor del sol.
Entre estos solsticios se distinguen nuestras celebraciones del Inti Raymi y del Kapak Raymi, festividades que nuestros antepasados solían celebrar el 21 de Junio y el 21 de Diciembre de cada año, fechas en las cuales el sol alcanza su máxima distancia en su alejamiento del centro equinoccial de la tierra, llamado también el Inti-ñan o Inti-guatana, lo que significa la ceremonia de protección del Padre Sol, el Tata Inti, a fin de evitar que esta deidad suprema se aleje extremadamente de nuestro planeta y, contrariamente, permita la germinación y maduración de los frutos que nacen de nuestra Madre Tierra, la Pachamama, otra de nuestras divinidades supremas.
Nuestros sabios Amawtas y Achachilas de los Andes nos enseñaron a venerar la Madre Tierra, porque ella constituye fuente inagotable de vida, que nos provee de alimentos, nos provee de medios para protegernos de los desastres naturales, nos provee del placer de convivir con nuestros congéneres, con la madre naturaleza y con los otros seres vivientes que habitan nuestro planeta.
Conforme a la naturaleza de nuestra cosmovisión, el equinoccio de septiembre simboliza la época de la siembra, tiempo en el que la tierra muestra su máxima pureza y fertilidad, tiempo en el que ella se muestra desnuda, virgen, con su color y aroma inconfundible, lista para recibir la semilla. Es la festividad del Kuya Raymi, dedicada al agradecimiento a la tierra y al mismo tiempo a la veneración de la feminidad (mujer), porque es ella quien entrega la vida al universo. Esta celebración ha sido superpuesta con la llamada fiesta de la Virgen María por parte de la invasión europea.
Con el transcurrir de los días, las semanas y los meses, la semilla sembrada es alimentada y protegida constantemente por su madre, la tierra, y en sus entrañas, esta semillita sufre una transformación grandiosa, el de la transición de la muerte a la vida, la semilla se transforma y pasa a ser una planta viva, es el momento en que celebramos el renacer de la muerte a la vida, hoy comúnmente celebrado como el día de los difuntos.
Entonces ya cuando el tierra en su desplazamiento sitúa al sol en su extremo derecho, o geográficamente hablando hacia el polo sur, se produce un otro solsticio, el 21 de diciembre. Para este tiempo, la semilla ha brotado del vientre de su madre, ahora ya es una planta, pequeñita y llena de vida. Los ojos de nuestros abuelos y abuelas expresan nítidamente el júbilo que sienten por su hermosura, su bondad, su fortaleza.
A este momento y visión los sabios y Amawtas lo llamaron Inti Kapak Raymi, pues la influencia del sol, sumado a la de todo el cosmos renueva la vida a través de las semillas plantadas en el vientre virgen de la Tierra. Estas tiernas plantitas se comparan a la llegada del niño esperado, y que luego es arrullado en los brazos de sus padres. Como nuestros niños, juguetones, sonrientes y alegres, las pequeñas plantas llegan a poblar la Tierra y ellas darán fruto, seguridad y bienestar a la siguiente generación.
El ritual del Kapak Raymi o la gran fiesta de la nueva vida, ancestralmente se la celebraba con mayor majestuosidad que en los tiempos actuales. Pues como se trataba de una festividad dedicada a la continuación de la vida, estaba explícitamente dedicada a las nuevas generaciones, a los niños y jóvenes, que luego del gran ritual pasaban a formar parte viva, activa y sujetos de la sociedad en sí.



Cuenta la tradición oral, que los mayores engalanaban a las futuras generaciones con obsequios celebrando el ritual de la dotación simbólica a los recién nacidos, de prendas de vestir, los valores más preciados, los útiles y herramientas más esenciales para que ellos sean los continuadores de su compromiso natural adquirido en la vida y que los irían trasmitiendo de generación en generación. Este acto de ofrenda a los menores, se traducía en base al compromiso y la participación recíproca de todos los integrantes de la comunidad.
Tal era la magnificencia de nuestras fiestas, que los invasores venidos de occidente a través de la imposición de símbolos y creencias, tuvieron que buscar modos para reemplazarlas con algo que también tuviera gran peso y esplendor material y espiritual conforme a lo que acontecía en este tiempo. Y esta imposición fue suplantando nuestras festividades.
Por ejemplo la Fiesta del Inti Raymi que se celebra cada 21 de Junio fue maliciosamente yuxtapuesta por la fiesta católica llamada San Juan, una muestra clara de esta intención es que por ejemplo las tradicionales danzas y formas musicales que se bailaban en esa fiesta en la región de Imbabura, fueron denominados “San Juanitos”, a fin de demostrar que eran ritmos dedicados a la fiesta San Juan.
Igual hicieron con la fiesta del Kapak Raymi, que lo celebramos el 21 de Diciembre. Pretendieron convencernos de que esta celebración era la misma a la que ellos denominaban la fiesta de la Pascua de Navidad, dedicada al nacimiento del niño Jesús considerado por ellos redentor de la humanidad, y que se la debía efectuar los días 24 y 25 de Diciembre. Igualmente los cánticos y danzas tradicionales de la época llamadas Ch’untunkis fueron denominados Villancicos de Navidad.
Así, bajo el nombre de sincretismo religioso se pretende yuxtaponer valores religiosos traídos de occidente. En la actualidad estas festividades son difundidas profusamente desde El Vaticano, hecho que es muy bien recibido por el mundo capitalista para estimular el florecimiento de la sociedad de consumo.
Este gigantesco proceso de usurpación y suplantación de símbolos y rituales originarios ha ocasionado la pérdida de la identidad de grandes grupos de hermanos y hermanas durante estas más de 5 centurias. En este tiempo del Pachakuti, estamos retomando el camino de la recuperación, estamos re-emprendiendo la senda de la emancipación espiritual, estamos pasando de la reflexión a la acción, a la defensa de nuestras vidas y la de todos los seres que habitan la tierra. Estamos emprendiendo el proceso de sanación del cosmos y la tierra.

Reenviado por : Twpak Mayta. Movimiento Generacional Tawantinsuyu Y Jóvenes Pachakutik Región Sierra Sur.

Navidad o Kapak Raymi

El pueblo indígena Saraguro debería celebrar el kapak raymi el 21 de Diciembre de cada año, fiesta denominada la “La gran fiesta de la nueva vida“.

Fiesta en la cual se da bendiciones en un ritual sagrado hacia los recién nacidos y la dotación de prendas de vestir, artículos más deseados, útiles y herramientas que necesitará para su vida de adulto.

Pero hoy en día se celebra la NavidadEl nacimiento de Jesús” no es que este en contra de la religión católica pero, según historiadores cuentan que precisamente en estas fecha fue impuesta la celebración de la navidad para así contrarrestar lo que en ese tiempo se denominada “fiestas paganas”.

Tratamos de rescatar la esencia cultural de nuestro pueblo, es por eso que en San Lucas desde hace dos años se viene celebrando la celebración de Kapak Raymi paralela a la navidad, tampoco queremos desechar toda la cultura rica que encierra las navidades de los Saraguros en San Lucas.

Pero poco a poco trataremos de celebrar a la par el Kapak Raymi, celebraciones antiguas que realizaban nuestros antepasados, no es que queramos volver 500 o los años que hayan pasado, solo queremos rescatar la esencia de nuestra cultura.

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